En el desarrollo de la LI Asamblea General de Ministros, en Cali. Ya hoy es el 4 dÃa de la asamblea. Saludos a todos! Paz de Cristo, oremos
Segunda Señal
SANIDAD DEL HIJO DE UN NOBLE
Jn 4.46-54
El propósito del Evangelio de Juan consiste en seleccionar solamente aquellos sucesos de la vida de nuestro Señor en que su deidad aparece con una evidencia sorprendente.
Juan hace claridad en las diferencias de las dos visitas de Jesús a Galilea. Entre estas dos, Jesús realizó muchos milagros en Judea y probablemente también en Galilea, pero Juan elige de entre todos ellos estos dos que demuestran más claramente su divinidad, llamándolos señales. La señal comprueba quién es Jesús y subraya la necesidad de creer en lo que él dice.
Este milagro era más que un favor a aquel oficial: era una señal para todo el mundo. El Evangelio de Juan está dirigido a toda la humanidad para que crean en el Señor Jesucristo.
Después de la muerte de Herodes el Grande en el año 4 antes de Jesucristo, su reino se había dividido en la siguiente forma:
- Arquelao llegó a ser gobernador de Judea, Samaria y parte de Idumea, ejerciendo sus funciones desde el año 4 a.C. hasta el año 6 d.C. Cuando fue depuesto, su territorio pasó a manos de procuradores que se sucedían unos a otros. Poncio Pilato, el que ordenó la crucifixión de Cristo, fue uno de ellos. Gobernó del año 26 al 36 de nuestra era.
- Felipe había sido hecho tetrarca de la región este y noreste del Mar de Galilea, tetrarquía a la que el evangelista Lucas da el nombre de «Iturea y la provincia de Traconite» (Lc. 3:1).
- A Herodes Antipas se le había asignado Galilea y Perea, sobre los cuales gobernó como tetrarca (literalmente significa gobernador de una cuarta parte del reino; más tarde pasó a significar gobernante de una parte cualquiera del país; y luego, reyezuelo) desde el año 4 a.C. hasta el 39 d.C. Era hermano de Arquelao.
Por consiguiente, durante el Gran Ministerio en Galilea Jesús ministró en los dominios de Herodes Antipas. Este es el Herodes de los Evangelios (excepto Mateo 2 y Lucas 1). Es el mismo que mandó matar a Juan el Bautista (Mat. 14:1–12) y a quien Pilato mandó a Jesús (Luc. 23:7–12).
Fue, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea,
Aquí en Caná de Galilea Jesús obra un milagro en que se exhiben su majestad y poder divinos en una forma extraordinaria.
donde había convertido el agua en vino.
Al referirse a la primera señal realizada en Caná, Juan indica que no fue una alegoría sino un hecho literal.
Había en Capernaúm un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
Capernaúm estaba a unos 25 o 30 kilómetros de Caná.
Aparece en este momento un oficial real. Probablemente era uno de los cortesanos del tetrarca Herodes Antipas. Alguno relacionado con la familia real; tal como Chuza (Lucas 8:3) o Manahén (Hechos 13:1). No sabemos su nombre. Parece ser que este cortesano era judío, pues aparece incluido en la multitud judía que tenía cierto interés por Jesús, principalmente como obrador de milagros.
El padre era un oficial del rey, pero el hijo estaba enfermo. Los honores y los títulos no son garantía contra la enfermedad y la muerte.
Cuando oyó aquel que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a él y le rogó que descendiera y sanara a su hijo, que estaba a punto de morir.
Es posible, incluso que este hombre hubiera estado en la Pascua en Jerusalén y en aquel tiempo hubiera presenciado alguno de los milagros de Jesús. De todas formas reconocía que aquel nuevo profeta tenía poder para curar; porque la fama de Jesús ya había tenido tiempo suficiente para esparcirse por toda Galilea.
La enfermedad de este hijo era muy grave. Estaba a punto de morir. El padre estaba desesperado y, aun siendo una persona importante, de una posición de cierto poder, en efecto se puso a los pies de Jesús pidiendo socorro, es que frente a la crisis de un ser querido moribundo, el más poderoso se humilla ante la posibilidad de una curación.
Entonces Jesús le dijo: —Si no veis señales y prodigios, no creeréis.
Jesús se lamenta de que este hombre, que ya había oído (y, tal vez, visto) tanto de Cristo, estuviera aún en el peldaño más bajo de la fe. Su confianza, y la de otros como él, tenía que ser constantemente alimentada por señales y prodigios. No cree en la personalidad divina de Cristo, ni tampoco en su palabra, a no ser que ésta vaya acompañada de un milagro.
¡Estos espectadores siempre deseaban ver algo sensacional y emocionante!
El oficial del rey le dijo: —Señor, desciende antes que mi hijo muera.
El oficial no discute con Jesús, ni procura defenderse. El tiempo apremiaba y él estaba desesperado. Una sola cosa ocupaba su mente: la sanidad de su hijo.
El noble no desistió en su petición hasta que prevaleció, pero primeramente, descubrió la debilidad de su fe en el poder de Cristo. Cuesta convencernos de que la distancia de tiempo y lugar no obstaculizan el conocimiento, la misericordia ni el poder de nuestro Señor Jesús.
El padre del muchacho enfermo, demostró por lo menos dos debilidades de su fe:
(1) Dio por sentado que para hacer una curación Jesús tendría que ir de Caná a Capernaúm y llegar hasta la cama del muchacho. En este sentido no se le puede comparar con aquel centurión cuyo siervo estaba enfermo (Lc. 7:1–10), y con el cual, sin embargo, a veces se le ha confundido.
(2) Estaba también convencido de que el poder de Cristo no alcanzaba más allá de la muerte. Jesús debía ir inmediatamente pues el muchacho estaba a punto de morir. Si había algún retraso y el muchacho moría antes de que el sanador llegara, todo estaría perdido.
Tal era su «fe débil».
Jesús le dijo: —Vete, tu hijo vive.
Envió su palabra y los sanó; los libró de su ruina. (Sal 107.20)
La palabra de Jesús sana. Jesús, que en aquel mismo momento estaba curando el cuerpo del muchacho y el alma del padre, le dijo: Ponte en camino, tu hijo vive. Lo que indica que mediante un acto omnipotente realizado en aquel momento, el muchacho había quedado completamente restablecido, y estaba, por lo tanto, disfrutando de plena salud y vigor.
Jesús no tiene que acercarse físicamente al niño para realizar el milagro. Hubo ocasiones en que Jesús impartió la curación tocando al enfermo (Mr. 1:41), o tomándolo de la mano (Mr. 1:31), o dándole una orden (Mr. 2:11). Pero aquí no hay nada de eso. Jesucristo solo declara su voluntad. ¿Resultado? Instantáneamente el poder curativo entra en el cuerpo del muchacho, restableciéndolo completamente ¡a una distancia de a lo menos veinticinco kilómetros!
La respuesta de nuestro Señor siempre es una respuesta de paz, de tranquilidad y de esperanza.
Si Cristo dice que el joven vive, está vivo. El oficial solamente debe creer en la palabra del Señor.
El hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
El hombre, cuya fe hasta ahora había descansado únicamente en milagros avanza a un estado superior: creyó en la palabra que Jesús le había dicho. Aceptó la palabra aun sin ver ninguna obra. Satisfecho, no se apresuró a volver a casa esa noche; regresó como quien está en paz, en sosiego. Al día siguiente, probablemente al amanecer, el padre se puso en camino a Capernaúm.
El oficial no solo creyó que Jesús podía sanar, sino que le obedeció cuando le dijo que se fuera a su casa, demostrando así su fe. La obediencia es la prueba genuina de la fe sincera. No es suficiente decir que creemos que Jesús puede hacerse cargo de nuestros problemas. Necesitamos actuar en consecuencia. Cuando ore por una necesidad o problema, crea que Jesús puede hacer lo prometido.
Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirlo, y le informaron diciendo: —Tu hijo vive.
En Capernaúm, mientras tanto, los criados se habían dado cuenta del repentino y sorprendente restablecimiento. Llenos de gozo, no pueden esperar la llegada del amo. Podemos leer entre líneas que en aquella casa las relaciones entre dueño y siervos eran ideales. Los criados salen al encuentro de su señor con las gratas noticias, y tan pronto como lo ven le dan el reconfortante mensaje. La frase que muy probablemente usaron debió ser casi idéntica a la que el mismo Jesús pronunció: «Tu hijo vive».
Solo buenas noticias saldrán al encuentro de los que esperamos en la palabra de Dios.
Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a mejorar.
¿Por qué quería el padre saber la hora en qué comenzó a mejorarse? ¡Quería asegurarse de que no fuera una mera coincidencia! ¡Los milagros de Dios pueden soportar la investigación científica! Quizá quedaba una pequeña duda en la mente del padre y quería verificar la autenticidad del milagro.
Le dijeron: —Ayer, a la hora séptima, se le pasó la fiebre.
El padre entonces entendió que aquélla era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive.»
Confirma nuestra fe que comparemos diligentemente las obras de Jesús con su palabra.
Y creyó él con toda su casa.
El milagro hizo que quisieran a Jesús para ellos. Y llevar la curación a la familia le trajo la salvación. Toda la familia creyó igualmente. Así, pues, experimentar el poder de una palabra de Cristo puede establecer la autoridad de Cristo en el alma. El conocimiento de Cristo aún se difunde por las familias, y los hombres hallan salud y salvación para sus cuerpos y sus almas.
Esta es la primera ocasión cuando toda una casa se convierte a la fe en Jesús y no era ésta una casa pobre., pero vendrían otras:
Hoy ha venido la salvación a esta casa. (Lucas 19:9),
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada «la Italiana», piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo y oraba siempre a Dios. (Hech. 10:2)
Al otro día entraron en Cesarea. Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. (Hech. 10:24)
«Envía hombres a Jope y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro; él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú y toda tu casa.» (Hch 11.13-14).
El Señor le abrió el corazón para que estuviera atenta a lo que Pablo decía, y cuando fue bautizada, junto con su familia, nos rogó diciendo: —Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, hospedaos en mi casa.
Y nos obligó a quedarnos. (Hechos 16: 14 y 15)
Ellos dijeron: —Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa. (Hechos 16: 31)
Luego los llevó a su casa, les puso la mesa y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios. (Hechos 16: 34)
Crispo, alto dignatario de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios al oír, creían y eran bautizados. (Hechos 18: 8)
Esta segunda señal hizo Jesús cuando fue de Judea a Galilea.
Mientras estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía. (Juan 2:23).
Jesús había hecho muchas señales ya desde la conversión del agua en vino, pero ésta es la segunda señal que Juan relata en detalle, aunque hace mención de las otras. Ambas ocurrieron en Caná. En las dos manifestó el Señor su gloria. Primero, al transformar el agua en vino, mostró su control absoluto sobre el universo físico. Y ahora, por medio de esta segunda señal, hace ver que la distancia no representa un verdadero obstáculo para la manifestación de su amor y poder. Por consiguiente, en los dos casos el Salvador se revela como el Hijo de Dios, como Dios mismo manifestado en carne.
Y, por último, el Señor usó estos dos milagros (unidos a sus palabras) para poner fe en los corazones de sus hijos. Después de la primera señal creyeron los discípulos. Después de la segunda, no sólo creyó el oficial, sino también todos los de su casa. Este es el método normal de extensión del reino de Dios en la tierra.
Bibliografía:
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Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo comentario Bı́blico : Siglo veintiuno (electronic ed.) (Jn 4.43-54). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Hendriksen, W. (1981). Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San Juan (190). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. (811). Miami: Editorial Unilit.
Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (Jn 4.43-54). La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.
Jamieson, R., Fausset, A. R., & Brown, D. (2002). Comentario exegético y explicativo de la Biblia – tomo 2: El Nuevo Testamento (184). El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.
Platt, A. T. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Para que creáis (Juan) (43). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.
Esta noche a las 7 PM, en la calle 30 # 22 -61 de Cañaveral: Las Señales de Jesús en el evangelio de Juan, La sanidad del Hijo de un noble.
He aquÃ, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo (Apoc. 3:20).
Nuestro destino espiritual cuando llegamos a Cristo no es el «taller de chapa y pintura». Es la muerte. Solamente de la muerte se puede obtener una vida nueva.
Convención en Cali, 10 de enero de 2011
El mensaje poderoso que predicamos!
Álvaro Torres Forero
Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»
Amén.
Mt 28.18-20
Somos 40 millones de colombianos ¿cuántos son cristianos? Ahí debe estar nuestra prioridad. Que no haya estadio en Colombia donde podamos celebrar una convención. Que cada uno de nosotros lleve una tremenda convención en el corazón.
No fuimos salvos para divertirnos, aunque nos divertimos, la realidad y la razón de la vida es otra.
me hizo sacar del pozo de la desesperación,
del lodo cenagoso;
puso mis pies sobre peña
y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos y temerán,
y confiarán en Jehová. (Sal 40.2-3).
Nuestro mensaje está llamado a ser un mensaje de transformación. Juan predicaba y la gente se arrepentía. Si usted predica y la gente no se arrepiente es hora que revise su mensaje.
Juan les anunciaba que pronto vendría la solución y que se debía estar preparado para recibirlo. Aparece entonces Jesucristo y la luz de Juan comienza a menguar.
El mensaje del evangelio no es complicado, es un mensaje simple, sencillo, que debe llegar directo al alma y producir un impacto en el corazón de los oyentes. No lo complique, porque ese es el problema, la gente no se convierte porque a veces no entiende el mensaje porque el predicador lo complica.
Tenemos que conquistar este mundo y no necesitamos nada más que la presencia del Dios todopoderoso, con eso es suficiente.
El mensaje de Jesucristo es un mensaje sencillo pero poderoso. Jesús va por la playa y ve a dos pescadores, les dice Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. (Mt 4.19). Un mensaje sencillo pero esos hombres no lo resistieron, Ellos entonces, dejando al instante las redes, lo siguieron. (Mt 4.20). Ese es un llamado poderoso! Los otros dos estaban con su padre, la barca, las redes, pero al recibir el mensaje de Jesús lo dejan todo y lo siguen. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan, en la barca con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Ellos, dejando al instante la barca y a su padre, lo siguieron. (Mt 4.21-22).
Llega Jesús con sus seguidores a una Sinagoga y le dan la oportunidad de leer la Palabra. Y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. (Mr 1.22).
Llegó Jesús y estaba un hombre endemoniado, y los que comenzaron «a sudar la gota gorda» fueron los demonios, no Jesús.
Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu impuro, que gritó:—¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de Dios.
Entonces Jesús lo reprendió, diciendo: — ¡Cállate y sal de él!
Y el espíritu impuro, sacudiéndolo con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: — ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los espíritus impuros, y lo obedecen? Muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. (Mr 1.23-28).
Es que tenemos un poderoso mensaje y es bueno creerlo. Asumamos nuestra posición y caminemos con firmeza.
El diablo no lo midió bien, comenzó a ponerle pruebas en el camino, una mujer con fiebre, muchos enfermos y endemoniados. Pero con todos pudo Jesús.
Y en gran manera se maravillaban, diciendo: —Bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír y a los mudos hablar. (Mr 7.37).
Vino a él un leproso que, de rodillas, le dijo: —Si quieres, puedes limpiarme.
Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano, lo tocó y le dijo: —Quiero, sé limpio. (Mr 1.40-41).
Ese es el poderoso mensaje que predicamos.
Después de algunos días, Jesús entró otra vez en Capernaúm. Cuando se supo que estaba en casa, inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo a un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, quitaron parte del techo b de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:
—Hijo, tus pecados te son perdonados.
Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban para sí: «¿Por qué habla éste de ese modo? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?»
Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les preguntó:
— ¿Por qué pensáis así? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: «Tus pecados te son perdonados», o decirle: «Levántate, toma tu camilla y anda»? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—:A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Entonces él se levantó y, tomando su camilla, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron y glorificaron a Dios, diciendo: —Nunca hemos visto tal cosa. (Mr 2.1-12).
Prueba que el diablo le ponía, prueba que Jesús superaba.
El hombre que muere, ¿volverá a vivir? (Job 14: 14)
La muerte es un problema serio para cualquier hombre. Pero Jesus dijo: —Destruid este templo o y en tres días lo levantaré.
Entonces los judíos dijeron: —En cuarenta y seis años fue edificado este Templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos recordaron que había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había dicho. (Jn 2.19-22).
Lo mataron y lo sepultaron, le pusieron soldados romanos en la tumba para que no se robaran el cuerpo. Pero no hay poder que sobrepase el poder de Jesucristo, se levantó de entre los muertos!
Resucitó y se le presentó vivo a los que creían en él y les dijo:
- Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
- Por tanto (en virtud de lo anterior), id y haced discípulos a todas las naciones.
¡Tenemos que predicarles a todos y contarles quien es el vencedor! Ya no estamos esperando nada, lo que habían prometido ¡ya llegó!
La realidad nuestra está del Calvario para acá, del Calvario para allá es otra la situación.
Antes del calvario el diablo dominaba como si fuera el señor, aunque no lo era, pero le había usurpado la posición al hombre y se creía dueño y señor de todo. Pero entonces aparece Cristo Jesús. Y el diablo acostumbrado a engañar a todos los seres humanos y hacerlos caer se encontró personalmente con Jesucristo, y ¡qué sorpresa se llevó!
Pondré enemistad entre ti y la mujer,
y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza,
y tú la herirás en el talón. (Gn 3.15).
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. (He 2.14-15).
El diablo lo intentó de muchas maneras, quiso acabar de cualquier forma con Jesús y por eso decidió quitarle la vida, sin saber que estaba cumpliendo el propósito divino.
Jesucristo lo hizo porque quiso, a él no lo obligó nadie.
De manos del seol los redimiré,
los libraré de la muerte.
Muerte, yo seré tu muerte;
yo seré tu destrucción, seol. (Os 13.14).
El grande problema de la humanidad estaba a punto de resolverse.
Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. (Col 2.14-15).
Jesucristo venció, él ya lo hizo todo, nosotros solo tenemos que proclamarlo, eso fue lo que hicieron los hermanos de la Iglesia Primitiva.
Pedro en su primer discurso el día de Pentecostés basó su discurso en la victoria de Cristo:
»Israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándolo. Y Dios lo levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuera retenido por ella…A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís… »Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha hecho Señor y Cristo.» (Hch 2.22-24, 32-34 ,36).
Y el paralítico de la puerta de la Hermosa se levantó bajo la invocación del nombre de Jesús!
Eso causó confusión y los residentes pensaron que era por el poder o la consagración de Pedro y Juan.
Éste sanó porque el que murió resucitó dijo Pedro:
«Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho andar a éste? El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerlo en libertad. Pero vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diera un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, lo ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. (Hch 3.12-16).
¡Prestémosle atención al mensaje de la Biblia!
Solamente uno murió por nosotros!
—Gobernantes del pueblo y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado, sea notorio a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hch 4.8-12).
¡Jesucristo es la clave!
Pedro. Pablo, Esteban, Felipe, los que fueron esparcidos, ¿Qué predicaban que tenían tanto éxito? Predicaban a Cristo, anunciaban su muerte y su resurrección, proclamaba que Jesús está vivo!
Ese es el mensaje poderoso que hemos recibido.
¡NO LE DEMOS MÁS VUELTAS AL ASUNTO, LA CUESTIÓN ESTÁ EN CREER Y PROCLAMAR EL PODEROSO MENSAJE QUE HEMOS RECIBIDO!
Esta noche a las 7 PM en Cañaveral estará el Misionero Leonardo Gonzales Fortunato.
Todos bienvenidos, pero no venga solo venga acompañado.
Paz de Cristo!
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://ping.fm/MdqIa
En este años nuevo: La bondad de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. (Flp 4.5 Nueva Biblia de los Hispanos).
Vea la convención en Cali: http://ping.fm/1RQ6B
La Biblia
LA BIBLIA
Introducción:
66 libros coleccionados en dos tomos llamados testamentos, libros desde 1900 hasta por lo menos 3500 años de antigüedad. ¿Cómo estar seguros de su originalidad? ¿Serán en verdad la palabra de DIOS? ¿Tenemos que aceptarlas por fe o se puede comprobar racionalmente que es un libro sobrenatural?
Desarrollo:
Definición:
-
Etimológicamente: Biblia, palabra griega que en buen castellano se traduciría como «libros».
-
Literalmente: La Biblia es un es un relato de la historia de la creación, la historia de la humanidad, la historia del tiempo, pero ante todo historia de amor entre DIOS y su más grandiosa creación, el ser humano.
-
Teológicamente: La Biblia es la Palabra de DIOS, los profetas del Antiguo Testamento, Jesús y los apóstoles en el Nuevo Testamento nos trae los mensajes directos de DIOS.
¿Por qué creemos que la Biblia es la palabra de DIOS?
Porque tenemos pruebas que así lo demuestran. Esas pruebas podemos clasificarlas en externas e internas, pruebas fuera de la Biblia y pruebas dentro de la Biblia misma.
EVIDENCIAS EXTERNAS:
Datos fuera de la Biblia que demuestran que ella es una fuente de información seria y digna de confiar.
Evidencias Científicas:
No existe ningún dato científico que haya jamás refutado a la Biblia en manera alguna. Quizá algunos dirían: «la Biblia no es un libro científico, sino que su propósito es dar una explicación religiosa o espiritual del universo» por tanto, se nos dice que no confiemos en sus detalles científicos, sino que solamente extraigamos sus enseñanzas morales o religiosas.
Tal línea de pensamiento es incorrecta porque es ilógica. ¿Cómo vamos a decir cuales declaraciones son ciertas y cuáles no son? Si no podemos confiar en algunas declaraciones de la Biblia, entonces tampoco podemos confiar en su mensaje espiritual.
Tal línea de pensamiento está equivocada porque es un insulto desleal hacia DIOS quien es el autor de la Biblia. La exactitud de los relatos, los personajes, y los lugares en la Biblia son un reflejo de la integridad de DIOS y son un reflejo de la capacidad divina de conservar exacto el contenido de la Biblia a través de los siglos. Jamás tendremos un aprecio lo suficientemente profundo por la descripción tan exacta del mundo físico tal como se presenta en la Biblia porque refleja al DIOS que la escribió.
Un ejemplo tomado de la Geografía:
Si bien es cierto que la Biblia no pretende deliberadamente educar a sus lectores en principios y datos científicos, todo asunto que discute lo relacionado con la creación de DIOS es exacto y verdadero. Veamos por ejemplo, en el libro de Job 26:7 donde leemos una descripción moderna de la tierra en su giro sobre el espacio vacío. Este texto fue escrito unos 3.000 años antes de Cristo. Tal descripción hace un contraste agudo con las nociones fantásticas imaginarias que el resto del mundo enseñaba o creía en ese tiempo:
Él extiende el Norte sobre el vacío,
cuelga la tierra sobre la nada.
En apoyo de Job 26:7, Isaías 40:22 señala que DIOS se sienta sobre «el círculo de la tierra». La tierra aparecería como un «circulo» a aquellos que viviesen sobre ella solamente si se trata de una esfera. Isaías 40 concuerda con la descripción dada en Job 26 y apoya su exactitud, cualidad que debemos esperar de la Biblia. Después de todo, ¿quién sabe mejor que el creador como fue diseñado y construido el universo?
Un ejemplo tomado de la Arqueología:
Las más antiguas copias existen hoy en día de los poemas y ensayos griegos más famosos, tienen todas de 800 a 1000 años más nuevas que sus originales. Sin embargo, ningún erudito aceptaría el argumento de que los escritos clásicos griegos son falsos y que deberían ser descartados. En contraste con esto, las copias más antiguas de muchos libros del Antiguo Testamento están fechadas entre 50 y 80 años más tarde que los originales autografiados. Basados en esta información, entonces, la Biblia debería tener al menos el mismo nivel de aceptación que tiene la literatura griega, tan reverenciada hoy en día.
En efecto, descubrimientos recientes han confirmado la integridad histórica de la Biblia, causando que muchos arqueólogos que antes la habían tenido en muy poca estima, ahora hayan cambiado su disposición contraria a las Escrituras, por un respeto científico hacia ella. Por ejemplo en Génesis 15:20 un pueblo llamado «Heteos» está mencionado. Por años, muchos se mofaron de la Biblia por hacer mención de esta raza de personas.
Pero hace solo unas pocas décadas fueron descubiertas las ruinas de una ciudad en el país de Turquía, al norte del Israel actual, que probo ser una ciudad principal de los Heteos.
Evidencia histórica:
La Biblia nos declara los acontecimientos antes de que estos sucedan. El profeta Isaías 45:1, habla acerca de Ciro, rey de Persia, quien eventualmente restauraría la nación de Judá. Persia era un reino esplendido que estaba ubicado en lo que hoy llamamos Irán. Ahora bien, Isaías escribió durante el reinado del rey Ezequías en Judá. Ezequías murió en el año 687 A.C., pero Ciro no comenzó a reinar como rey del imperio persa hasta después del año 600 A.C, más de 80 años después de que Isaías dejara la escena de los acontecimientos. Sólo DIOS podía saber el nombre del hombre que sería el rey de Persia casi un siglo antes de que éste ascendiera al trono.
Además encontramos que muchas de las profecías históricas que anunciaban al Señor Jesucristo fueron declaradas 1.000 años antes de su nacimiento. Cada uno de los libros del Antiguo Testamento se refiere claramente a Jesús en una manera u otra. Por ejemplo, nótese los detalles del Salmo 22, Isaías 53 o Miqueas 5:2. Enfrentándonos a estas evidencias históricas, tenemos solamente las opciones siguientes: Una de dos, o bien la Biblia fue escrita por DIOS, para quien el tiempo no constituye barrera alguna, o se trata de una broma, o peor aún, una mentira tramada por personas que posteriormente escribieron la profecía con el único objeto de hacer aparecer la Biblia como un libro de DIOS. La opción correcta es que solo la Biblia es la palabra santa y verdadera de DIOS.
Evidencia de la experiencia personal:
La experiencia de todos los que han sido transformados por ella. Hay diferencias notables en la vida de una persona que ha puesto su confianza en el señor Jesucristo y que se conduce conforme a su palabra, la Biblia. Dicho de otra manera, la Biblia puede hacer por los creyentes, lo que ella dice que puede hacer.
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La Biblia promete quitar el castigo del juicio y da seguridad de que no hay más condenación para todo aquel que confié en Jesús:
»De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. (Jn 5.24).
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la Ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz, por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros.
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne, porque si vivís conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios, pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!» El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. (Ro 8.1-17).
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. (1 Jn 4.18).
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La Biblia promete que puede limpiar la vida interior del cristiano:
¿Con qué limpiará el joven su camino?
¡Con guardar tu palabra!
Con todo mi corazón te he buscado;
no me dejes desviar de tus mandamientos.
En mi corazón he guardado tus dichos,
para no pecar contra ti. (Sal 119.9-11).
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. (Jn 15.3).
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La Biblia promete libración de la esclavitud del pecado y darnos la sabiduría y poder para vencerlo exitosamente:
Jesús les respondió:
—De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres. (Jn 8.34-36).
y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. (Ro 6.18).
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. (Col 3.1).
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La Biblia da significado y propósito a la vida, lo cual motiva a los cristianos a servir a su Señor:
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1º Pedro 2:9).
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Los creyentes experimentan una vida que nunca habían tenido antes, una vida nueva que se evidencia por el hecho de que ya no continúan llenos de amargura por sus pecados pasados, desde que:
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leyeron en Hebreos 10:16-17 acerca del perdón de Dios:
«Éste es el pacto que haré con ellos
después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
y en sus mentes las escribiré»,
añade:
«Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones».
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Y desde que fueron bautizados en el nombre de Jesús:
Pedro les dijo:
—Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo a para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 2:38).
Los creyentes ahora pueden sacrificarse por los demás, vencer sus temores, y ser personas reales, porque hallan su descanso en el Señor y no en la esperanza vana de que en alguna manera las cosas van a salir bien. Una persona que confía en la Biblia cuenta con la experiencia espiritual personal de saber que las promesas de la Biblia, en vez de ser mera poesía, son reales y dan testimonio a su corazón de que su confianza en la Biblia no es en vano.
EVIDENCIAS INTERNAS:
Ahora consideramos brevemente las evidencias internas, las cuales nos dan buenas razones para confiar en la Biblia. En otras palabras, existen hechos dentro de la Biblia que demuestra que ella es una fuente de información fiel y confiable.
El Testimonio de la Biblia:
La Biblia reclama ser de DIOS. Por ejemplo:
David, quien escribió la mayoría de los salmos, afirma que lo que él escribió proviene de DIOS: El espíritu de Jehová habla por mí, su palabra está en mi lengua. (2º Samuel 23:2).
Jeremías afirma lo mismo: Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo… (Jeremías 1:4).
Lo mismo acontece con el apóstol Pablo: Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. (1º Tesalonicenses 2:13).
Pedro dice que las epístolas de Pablo son «Escrituras», incluyéndolas como escritos sagrados: en casi todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen (como también las otras Escrituras) para su propia perdición. (2º Pedro 3:16).
El mismo señor Jesucristo hace toda clase de declaraciones sobre la veracidad de la Biblia:
Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la Ley. (Lc 16.17).
Luego les dijo:
—Éstas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos. (Lc 24.44).
Santifícalos n en tu verdad: tu palabra es verdad. (Jn 17.17).
Él siempre considero como reales las narraciones históricas del Antiguo Testamento:
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el Templo; sí, os digo que será demandada de esta generación. (Lc 11.51).
Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo, como sucedió en los días de Lot, cuando comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
»En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que esté en el campo, asimismo no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. 33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. (Lc 17.26-33).
La Unidad de la Biblia:
La Biblia fue escrita en un periodo que comprende aproximadamente 1500 años, desde el tiempo de Moisés (1.400 A.C.) hasta el apóstol Juan (aproximadamente 100 D.C.). El número total de los autores humanos es por lo menos 40. Con todo, no obstante diferentes hombres escribiendo en diferentes épocas, el mensaje que escribieron es siempre el mismo, sin ninguna contradicción. La razón es que DIOS es su autor, y El uso hombres para escribir lo que El quiso decir.
Los escritores humanos vivieron y murieron en épocas diferentes pero el DIOS que vive para siempre dijo a cada uno de ellos qué escribir. Por esa razón, estamos habilitados para comparar las diferentes partes de la Biblia y descubrir que ellas concuerdan y se aclaran unas con las otras:
De estas cosas hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. (1 Co 2.13).
Podemos acudir a cualquier parte de la Biblia con la certeza de que es digna de confianza.
El Contenido de la Biblia:
Pero las evidencias internas más asombrosas de la veracidad de la Biblia son los asuntos que ella expone. El contenido de la Biblia, las cosas sobre las que habla, son temas que la Biblia podría decir solamente si ella fue escrita en realidad por DIOS. Por ejemplo, la Biblia declara que Jesús reclama ser DIOS (Juan 10:30); la Biblia declara que sus apóstoles reclama que Jesús es DIOS (Juan 20:28); la Biblia declara que el Padre confirma que Jesús es DIOS (Hebreos 1:8); entonces la conclusión de este testimonio es una de dos: o la Biblia narra locuras, o es verdad lo que dice siendo el único libro de su clase.
Otro importante ejemplo es que sólo la Biblia habla del pecado. Ningún hombre tiene la valentía de escribir de la condición degradante de la raza humana de la manera como lo narra la Biblia. Es realmente un cuadro horrible, nos ofende y no nos sentimos nada felices al leerlo. Esto explica el por qué se nos hace tan difícil creer que la Biblia dice la verdad. El problema no es la falta de Evidencias, sino con nuestros corazones. ¿A quién le gusta saber que es un miserable y terrible pecador corrupto? ¿Quién se regocija después de haber escuchado que está sentenciado para ir al infierno y sufrir la ira eterna de DIOS? ¿Quién se complace en saber que no hay nada bueno en él, y que está en rebeldía contra DIOS su creador?
Solo DIOS puede ser honesto con nosotros porque solamente él conoce la verdad. Y solamente Él está dispuesto a ser honesto con nosotros como una manifestación de su amor. El amor verdadero no se expresa con palabras humanas que nos tratan de hacer sentir bien por un momento, usando adulaciones vanas, para luego dejarnos en la misma situación, porque no tiene una esperanza real que ofrecernos. El amor verdadero se expresa por medio de la verdad, porque esto es lo único que nos puede ayudar.
La descripción fidedigna de la humanidad que la Biblia presenta no es atractiva. Sin embargo contribuye el consejo de un amigo verdadero. DIOS sabe que nosotros estamos caminando al borde de un abismo, listo para caer de un momento a otro en el mismo infierno. Él nos dice exactamente qué es lo que necesitamos saber para escapar de ese peligro.
La Biblia no aparece en la lista de los diez libros más populares del año, ella está fuera de concurso, solo la Biblia puede hacer una promesa y cumplirla, tal como: Venid a mi todo los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:28-30).
El Mensaje de la Biblia:
Hay un aspecto final que todavía debemos enfrentar cuando consideramos si se puede confiar en la Biblia. Supongo que la mayoría de las personas tienen al menos la idea de que existe un DIOS. Pero si DIOS en verdad es DIOS, entonces Él le hablará al hombre con autoridad absoluta y debemos someternos a su palabra. Dicho de otra manera, lo que pensamos de la palabra de DIOS, y cómo reaccionemos frente a ella, refleja lo que pensamos de DIOS. No podemos separar a DIOS y a su palabra.
Si la gente no cree en el DIOS de la Biblia, se entiende entonces que se comporten como lo hacen, porque el futuro amargo de sus vidas egoístas ha venido a ser la cosecha que la Biblia dice que tendrán:
No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (Gálatas 6:7-8).
Estas es la evidencia más alarmante de todas. Y por encima de todo esto, tendrán que enfrentar a un DIOS de ira, que los perseguirá hasta someterlos a su palabra en el día del juicio, como lo predice la Biblia.
CONCLUSIÓN
Es una buena cosa preguntarnos si podemos confiar en la Biblia. La Biblia está dispuesta a que le tomemos nuestro examen, desde el principio hasta el fin, y saldrá airosa. Como Santiago 1:6 expone, nunca nos debemos sentir renuentes a pedirle a DIOS la capacidad de confiar en su palabra y la sabiduría necesaria para extraer de la Biblia las cosas que deseamos saber.
Sin embargo, estudiar la Biblia es más que un trabajo intelectual, es una actividad espiritual, una investigación santa. Solamente si nos acercamos a la Biblia humildemente y con una mente abierta, preparada para la verdad, encontraremos las respuestas que necesitamos.
«TU PALABRA ES VERDAD»
Juan 17:17